Sigue el ejemplo de Jesús en todo momento. Cumple el
mandamiento más grande de Jesús (el Hijo de Dios): amar a Dios por
completo y a todos, aunque te traten mal, lo sepas o no. Jesús dice “ama
a tus enemigos y ora por aquellos que te persiguen”. Jesús dijo en Juan
13:15: “Les he puesto el ejemplo, para que hagan lo mismo que yo he
hecho con ustedes”. En 1 Corintios 11:1, Pablo dice: “Imítenme a mí,
como yo imito a Cristo”. En Efesios 5:1 dice: “Por tanto, imiten a Dios,
como hijos muy amados”. Además, muchos creyentes están “desocupados,
barridos y arreglados” (Mateo 12:44) por las doctrinas cristianas
tibias. Si solo vas a la iglesia, serás un cristiano débil y las pruebas
harán estragos en tu vida. Pero si vas a la iglesia y además
lees la Palabra todas las noches, serás un cristiano fuerte. La mayoría
de los cristianos no lee la Biblia todos los días, así que si solo vas a
la iglesia, no tendrás mucha fuerza espiritual. Te recomendamos los
siguientes pasajes edificantes: Proverbios 8:17-21; Salmos 1:1-3; Juan
14:21-27; Santiago 1:2-8; 1 Tesalonicenses 5:16-18; 2 Timoteo 1:6-7;
Hebreos 8:6,10; Efesios 6:10-18; Proverbios 4:20-23.
Comprende que serás perseguido por tus creencias.
No dejes que los ataques de los demás debiliten tu fe. Ten la valentía
de tus convicciones de hacer el bien sin juzgar a los demás: “Así mismo
serán perseguidos todos los que quieran llevar una vida piadosa en
Cristo Jesús” (2 Timoteo 3:12).
Deja que Dios te cambie. Como seguidor de Jesús, no
te cambies a ti mismo, solo Dios puede hacerlo a través de su Hijo. “Les
daré un nuevo corazón y les infundiré un espíritu nuevo; les quitaré
ese corazón de piedra que ahora tienen y les pondré un corazón de carne.
Infundiré mi Espíritu en ustedes y haré que sigan mis preceptos y
obedezcan mis leyes” (Ezequiel 36:26-27). En Efesios 4:24 dice: “y
ponerse el ropaje de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios, en
verdadera justicia y santidad”. Un verdadero cristiano, cuando se
convierte, observará inmediatamente un cambio ineludible la su
sensibilidad en su vida diaria. Empezará a cuestionar su gusto de
películas, de música, de ropa e ¡incluso de amigos! La Biblia dice: “Por
esto, despójense de toda inmundicia y de la maldad que tanto abunda,
para que puedan recibir con humildad la palabra sembrada en ustedes, la
cual tiene poder para salvarles la vida” (Santiago 1:21).
Ten paciencia con quienes
no te alegren o incluso te molesten. Esfuérzate por tratar de perdonar a
quienes te hieran. Deberás aprender a amar a tus enemigos. Dios ama a
todos y nosotros también debemos hacerlo. Despídete del amor selectivo.
Si te cuesta amar a tus enemigos, ora para que Dios les abra el
entendimiento a través de su Espíritu Santo.
Reserva determinado tiempo para orar efectiva y significativamente.
Intercede por quienes no oren lo suficiente para su propio desarrollo,
ya sean niños, primos, amigos, enemigos, familiares, etc. En Efesios
1:16, Pablo ora por un “espíritu de sabiduría y revelación”. Te
recomendamos hacer la oración de Efesios 1:16-23 todos los días durante
un año y Dios abrirá tu espíritu y desarrollará tu entendimiento.
LEE y HAZ lo que dice Biblia.
“No se contenten solo con escuchar la palabra, pues así se engañan
ustedes mismos. Llévenla a la práctica (Santiago 1:22). “Jesús le
respondió: ‘Escrito está: No solo de pan vive el hombre, sino de toda
palabra que sale de la boca de Dios’” (Mateo 4:4). La Biblia también
dice que “toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar,
para reprender, para corregir y para instruir en la justicia” (2 Timoteo
3:16).
Reconoce que tienes faltas (pecados) y arrepiéntete, es decir, cambia de actitud y ora.
Ten presente que la conversión no solo es una acción, sino el comienzo
de un compromiso que durará toda la vida. La perseverancia es una
actitud continua para aprovechar las oportunidades. No seas duro contigo
mismo si fallas, mejor admítelo, levántate y confía en Dios. Confía en
Dios y sigue adelante.
Reserva determinado tiempo para orar efectiva y significativamente.
Intercede por quienes no oren lo suficiente para su propio desarrollo,
ya sean niños, primos, amigos, enemigos, familiares, etc. En Efesios
1:16, Pablo ora por un “espíritu de sabiduría y revelación”. Te
recomendamos hacer la oración de Efesios 1:16-23 todos los días durante
un año y Dios abrirá tu espíritu y desarrollará tu entendimiento.
Obra y ora por los demás lo mejor que puedas.
Cuida de los necesitados cuando te pidan ayuda. En Santiago 2:16 dice:
“Y uno de ustedes les dice: ‘Que les vaya bien, abríguense y coman hasta
saciarse’, pero no les da lo necesario para el cuerpo. ¿De qué servirá
eso?”. Este es uno de los puntos que tocó Jesús en sus enseñanzas. Dar
no siempre tiene que ser dinero, pueden ser productos perecederos o
ropa.
Trata a los demás con la misma amabilidad con la que te gustaría ser tratado. Incluso los gestos sencillos de amabilidad como sostener la puerta para que alguien pase son buenas obras que pueden ayudarte a sentirte menos paranoico, porque será ahí cuando los demás pensarán bien de ti y de tu testimonio en Cristo.
Ayuda a los demás. Trabajar como voluntario es
excelente para empezar como un cristiano seguro o inseguro de lo que
Dios quiere para él o ella. Por ejemplo, podrías tomar un turno en un
comedor de beneficencia cerca de donde vives o visitar a quienes viven
en un asilo.
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